Según Bella DePaulo una investigadora de California dice que las mentiras serias no son tan frecuentes como pensamos. Las mentiras más serias se las contamos a las personas que mas queremos, porque las mentiras serias las decimos para cubrir algo de lo que estamos avergonzados. No cumplimos nuestras expectativas o estándares, y lo más importante aún, no podemos cumplir con la imagen que las personas tienen de nosotros.
Me parece sumamente cierto y creo que ya lo he mencionado en post anteriores, que cuando no podemos cumplir con las expectativas de las personas es cuando mentimos más. ¿Será porque nosotros nos fijamos metas muy grandes o difíciles de cumplir, o más bien, es que creamos una cierta imagen y se la vendemos a las personas, porque muy adentro no nos gusta ciertas partes de nosotros?
No podemos decir que nos hemos visto ajenos a esta situación. No creo que las personas estén completamente en un cien por ciento satisfechas consigo mismas. Siempre hay algo que nos gustaría cambiar de nosotros. Piénsenlo bien, siempre hay algo. No somos perfectos.
David Livingstone Smith del Instituto de Ciencia Cognitiva y Biología Evolucionaria de New England dice que generalmente mentimos para obtener lo que queremos como sexo o comida En la naturaleza hay muchos casos de mentira como el engaño entre presa y cazador sin embargo, los humanos somos los únicos animales que tienen las herramientas apropiadas para mentir: un gran cerebro y el lenguaje. Desde que nacemos estamos geneticamente diseñados para poder mentir.

