miércoles, 2 de junio de 2010

Vivir con las consecuencias

Una de las consecuencias de mentir es la culpa que queda detrás en la conciencia. Antes de mentir debemos saber las consecuencias que esto conlleva. Primero uno nunca va a quedar satisfecho con las mentira contada, uno siempre quiere más. Es la naturaleza humana y podemos ser en muchas ocasiones un poco insaciables. Si para vos esta parte del arte de mentir no te resulta en ningún problema creo que estás listo para el segundo paso. Antes de mentir uno debe tener claro todo el panorama, para poder lograr esto necesitamos analizar en micras de segundo todas las posibles opciones o alternativas, incluyendo plan de escapes y posibles salidas de emergencia. Para poder ser un mentiroso hábil se necesita tener también un alto nivel de improvisación. Uno que te pueda salvar de todas las preguntas que te lancen y seas capaz de esquivarlas todas al mejor estilo de héroe de películas de acción. El paso tres es el más difícil de todos; este se trata de tener la memoria suficiente como para recordar todas las mentiras que has dicho y que necesitas defender. Necesitaras una memoria prodigiosa que te recuerde fácilmente todos los por menores, los pequeños detalles que cambiaste en tu historia, cada colorida y exagerada descripción que has dicho y los destellos de genialidad que brotan de cada uno de vez en cuando. Pensándolo bien, no te compliques la vida y trata de ahorrarte esa energía para algo más útil. ¿O crees que tienes lo que se necesita para ser un mentiroso profesional?

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante el tema de las mentiras. En lo personal creo que mentir no conduce a nada. Al final termina siendo como una bola de nieve cuando rueda, entre más rueda más crece. Así pasa con las mentiras, entre más mientas más lo vas a seguir haciendo, hasta que te veas envuelto en un problema del que ya será mucho más difícil salir.
    Todos sabemos que no es fácil decir siempre la verdad, pero sin duda es la mejor opción.

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