lunes, 28 de junio de 2010

Mas mentiras...

Según Bella DePaulo una investigadora de California dice que las mentiras serias no son tan frecuentes como pensamos. Las mentiras más serias se las contamos a las personas que mas queremos, porque las mentiras serias las decimos para cubrir algo de lo que estamos avergonzados. No cumplimos nuestras expectativas o estándares, y lo más importante aún, no podemos cumplir con la imagen que las personas tienen de nosotros.
Me parece sumamente cierto y creo que ya lo he mencionado en post anteriores, que cuando no podemos cumplir con las expectativas de las personas es cuando mentimos más. ¿Será porque nosotros nos fijamos metas muy grandes o difíciles de cumplir, o más bien, es que creamos una cierta imagen y se la vendemos a las personas, porque muy adentro no nos gusta ciertas partes de nosotros?
No podemos decir que nos hemos visto ajenos a esta situación. No creo que las personas estén completamente en un cien por ciento satisfechas consigo mismas. Siempre hay algo que nos gustaría cambiar de nosotros. Piénsenlo bien, siempre hay algo. No somos perfectos.

David Livingstone Smith del Instituto de Ciencia Cognitiva y Biología Evolucionaria de New England dice que generalmente mentimos para obtener lo que queremos como sexo o comida En la naturaleza hay muchos casos de mentira como el engaño entre presa y cazador sin embargo, los humanos somos los únicos animales que tienen las herramientas apropiadas para mentir: un gran cerebro y el lenguaje. Desde que nacemos estamos geneticamente diseñados para poder mentir.

miércoles, 2 de junio de 2010

Vivir con las consecuencias

Una de las consecuencias de mentir es la culpa que queda detrás en la conciencia. Antes de mentir debemos saber las consecuencias que esto conlleva. Primero uno nunca va a quedar satisfecho con las mentira contada, uno siempre quiere más. Es la naturaleza humana y podemos ser en muchas ocasiones un poco insaciables. Si para vos esta parte del arte de mentir no te resulta en ningún problema creo que estás listo para el segundo paso. Antes de mentir uno debe tener claro todo el panorama, para poder lograr esto necesitamos analizar en micras de segundo todas las posibles opciones o alternativas, incluyendo plan de escapes y posibles salidas de emergencia. Para poder ser un mentiroso hábil se necesita tener también un alto nivel de improvisación. Uno que te pueda salvar de todas las preguntas que te lancen y seas capaz de esquivarlas todas al mejor estilo de héroe de películas de acción. El paso tres es el más difícil de todos; este se trata de tener la memoria suficiente como para recordar todas las mentiras que has dicho y que necesitas defender. Necesitaras una memoria prodigiosa que te recuerde fácilmente todos los por menores, los pequeños detalles que cambiaste en tu historia, cada colorida y exagerada descripción que has dicho y los destellos de genialidad que brotan de cada uno de vez en cuando. Pensándolo bien, no te compliques la vida y trata de ahorrarte esa energía para algo más útil. ¿O crees que tienes lo que se necesita para ser un mentiroso profesional?